Escribiendo en mi tren
desde el que quise ser poeta,
no hay distancias ni maletas
en donde quise ser poeta.
Soñándome a mi musa,
mitificada en partitura,
esculpida en su sonrisa
entre sus besos y caricias.
Aunque ella no me espera,
ya se subió a otro tren.
Seguirá viajando entre mis letras,
por donde yo lo quise ser.
Porque ella es poesía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario